"Que hablen de mí, aunque sea bien"

martes, 21 de septiembre de 2010

La cuadratura del círculo

Iba para malabarista de sueños, para diseñador de carcajadas.

Iba para flautista de aldea, para catador de regalices.

Iba para cazador de nubes.

Silencié mi voluntad para ajustarme al guión establecido. La sellé con la promesa de un futuro mejor.

Mejor para quién?

Quise complacer, convertirme en lo que todos esperaban. Un hombre de provecho, un buen partido.

Quise ser ejemplar, modélico.
Olvidé querer ser feliz.
Olvidé soñar, y barnicé mis ilusiones con la excusa de la inmadurez.
Olvidé ser egoísta, olvidé que quien elegía era yo.

Iba para trapecista y terminé siendo un payaso.
Un payaso cansado de no reirse.
Iba para mariposa y terminé convirtiéndome en el capullo que hoy soy.

Un capullo que subasta sus sueños cada mañana en su oficina por un ático en Barcelona.
Un mercenario. Una puta del siglo XXI.

Un capullo con una reunión dentro de cinco minutos, donde se juntan más capullos y algún que otro payaso.

Y putas, muchas putas.

La reunión de hoy es especial.
El pavo real se ha asegurado de que no falte ni una de las pirañas que le hacen coro.
Un café en la derecha y el último grito en móviles en la izquierda. Caminan tan tiesos que parece que les hubieran metido una fregona por el culo.

Ponen cara de serios y fruncen el ceño demostrando interés. Parece que no hayan comido en su vida un puñetero yogur de fibras.
De vez en cuando hablan en siglas para demostrar sus conocimientos.

O más bien su desconocimiento.

Mientras contengo como buenamente puedo las ganas de vomitar, el pavo real hace su entrada en la sala.
Murmullos, toses tímidas…Apoya su portátil sobre la mesa y franelea su ego ante nosotros.
En su mano, una caja cerrada termina de darle un aura de incertidumbre a la reunión.

Se gusta.

“Señoras, caballeros…como ya saben formamos parte de una multinacional lider en la producción y distribución de neumáticos. Somos un benchmark en el sector, nuestro departamento de research and development invierte gran cantidad de recursos en mantener esta privilegiada posición en el sector de la automoción…”

El pavo real nació en un pequeño pueblo de Cuenca y habla un inglés de Opening. Pero cuando despliega su plumaje le gusta jactarse de aquel verano en Manhattan metiendo algún tecnicismo en la lengua de Shakespeare.

Para mi que la tiene pequeña.

Me tiene a mí mosqueado la cajita de los cojones, pero el de la fregona en el culo sigue con su masturbación en público:

“…supone un honor para mí presentaros hoy un lanzamiento que supondrá un breaking point en el desarrollo de vuestros tasks diarios.
Un toolkit de aplicación ASAP que representa a la perfección los core values de la firma, que se identifica con el espíritu emprendedor de sus miembros y que nos llevará a afrontar con garantías nuestro día a día dentro de la compañía, alcanzando el extra mile en nuestro performance

Pienso en rodilleras nuevas.
Tal vez 2x1 en vaselina de ferretero.

Atenúa la luz de la sala y una música clásica de fondo da paso a una presentación de 100 diapositivas donde nos explica con detalle los beneficios de la herramienta.
La eyaculación se aproxima.

Los repeinados, tiesos como velas, no se cansan de tomar apuntes.
La cara de estreñidos, el ceño fruncido.
Yo bastante tengo con contener las ganas de vomitar.

En la última diapositiva tiene lugar el esperpento:
“Señores, ante ustedes el nacimiento de una estrella.
Un antes y un después en sus vidas.

.........!!!El neumático paralelepípedo tetraédrico isogonal.!!!”

Con dos cojones!!
Confieso que me tiene intrigado con tanto misterio y tanto nombrecito bíblico.
Con pasmosa lentitud abre la cajita y coloca ante nosotros la criatura:
Un neumático paralelepípedo tetraédrico isogonal.

Una puta rueda cuadrada, vaya.


- ...Ooohhhhhhhh!!!

En un instante los aplausos y los vítores llenan la sala.
Los engominados de la fregona en el culo no salen de su asombro.
Entre el café y las blackberrys apenas tienen manos para aplaudir.
Las palmas echan fuego.
“Qué opinión les merece, caballeros?”
Su ego no conoce límites

Las pirañas repeinadas le bailan el agua al pavo real.
- Es Excelso!!
- Es Brillante!!
- Es sublime!!
- Es Arrebatador!!

No se pueden ni ver entre ellos.
A diario se rifan puñaladas por la espalda para demostrar méritos a los ojos del pavo real.
Pero a la hora de lamer el culo su rotundidad es unánime.

Cuando llega mi turno de opinión trato de no abusar del sarcasmo

- Para mi gusto es demasiado…cuadrada.

Silencio.
El pavo real tuerce el gesto y la sala enmudece.

En medio del titubeo, el lameculos con más llagas en las rodillas sale al paso:

-“Ignorante!!”

El coro se echa encima. Como las pirañas, que se comen entre ellas hasta que notan próximo el olor a carnaza fresca.
Me tachan de conflictivo, de envidioso. De falta de proactividad y de poco afán de progreso.
Empiezo a temer que me culpen también del asesinato de Kennedy.

Nos dan un cuadrado. Nos lo venden como círculo y encima pretenden que nos lo llevemos rodando a casa.
Felices.

No abandones la pecera. No pienses.
Y cuando huelas a sangre, ataca.

Yo les doy asco.
A mí me dan lástima.
No hay confrontación posible.

Termina la reunión y las pirañas repeinadas regresan a sus peceras, a seguir buscando carnaza.
Yo abandono mi rueda cuadrada allí. Ellos se la llevan rodando.

Medio año más tarde, el neumático cuadrado ya es historia. Evidentemente fracasó, pero el pavo real ya vuela alto en la compañía.
Lo importante no es los méritos que contraigas, sino lo bien que la chupes.
Está claro que el pavo real hace maravillas con su piquito de oro.

Las pirañas siguen engominadas, acumulando restos.
Con sus ceños fruncidos. Con sus fregonas en el culo.
Aguardando el mínimo olor a sangre para dejar de atacarse entre ellas.

Y yo…yo sigo prostituyéndome.
Sigo siendo un egoísta. Un conflictivo.
Para mí los círculos siguen siendo círculos, y los cuadrados, cuadrados.

Hace tiempo que dejé de comulgar con ruedas de molino.

En definitiva, sigo siendo un capullo.
Sin fregona en el culo, pero un capullo.
Un capullo que de vez en cuando le da por escribir esperando un día saber convertirse en mariposa.

Y batir sus alas
Y salir volando